Mouras CampeónLa historia olvidada de Roberto José Mouras con Dodge |
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Carrera Nº 1: Olavarría La primera fecha se llevó a cabo en el semipermanente Luciano Fortabat de la ciudad de Olavarría, organizada por el AMCO, con dos series a 4 vueltas y las final a 12 recorridos sobre el circuito de 17.500 metros de extensión, totalizando 210 kilómetros de carrera. Poca gente para lo que solía convocar esta plaza (unas once mil personas) presenciaron la competencia. En la primera serie, largan desde la primera fila el flamante campeón, Antonio Aventín y Roberto Mouras. Ambos pelean la punta, pero sobre el final de la misma, el primero se retrasaba con un problema de electricidad (una escobilla del limpiaparabrisas se salió y golpeó al corte de corriente, por lo que arriba de las 6000 vueltas el auto sólo andaba con el alternador) dejando servido el triunfo al piloto de Carlos Casares, quien acompañado por Hugo Roldán llega al final con una ventaja importante sobre Espinosa, Suárez, Pacchialat y Herraiz. En esta carrera, el auto contó con una multiplicación larga que le permitiera cuidar el motor para la próxima en el autódromo. En esta foto del Museo Mouras lo vemos a Roberto en la largada, esperando dar inicio a la competencia. El auto ya tiene pintada la numeración que se utilizaría en 1982 y cuenta con algunos auspicantes menores más Semillas Continental que lo acompañará hasta las primeras fechas de 1983.. La segunda serie contó en su primera fila con Oscar Aventín y Emilio Satriano. Satriano la ganó con mayor ventaja aún que Mouras, pero siendo más lento que este. Luego arribaron Nani, Salgado y De Benedictis, en tanto que Aventín quemaba la junta de la tapa de cilindros, abandonando la serie y terminando su tarea del día. Para la competencia final los ganadores de las series eran los grandes candidatos, pues se sabía que ambos tenían algo más, y quedaba la incógnita de saber hasta dónde podría llegar Antonio Aventín, quien decía contar con un motor de primera y no lo había podido demostrar en la serie. En la primera fila se ubicaron el Dodge de Mouras y el Ford de Espinosa. Satriano largaba en la segunda, y Aventín lo haría bastante retrasado en la grilla, por lo que debería superar varios autos en carrera. Desde la largada, Mouras salió adelante, con Espinosa siguiéndolo firmemente para no perder la chupada con el Dodge en las rectas, y así toda posibilidad de una buena ubicación. Así se ubicaron en los primeros referenciales, con Satriano, De Benedictis y Aventín detrás de ellos en los relojes. A poco de cerrar la primera vuelta comenzó a cambiar el marcador. Satriano alcanzó a Mouras y virtualmente compartían la punta, mientras Tony y Johnny hacían lo propio por el tercer lugar, desplazando a Espinosa al quinto puesto. Y en el segundo pelotón se ordenaban Nani, Martínez Boero, Salgado, Herraiz, Pacchialat y los Suárez. Las fotos de Corsa: En la prisera, perseguido por Espinosa a poco de iniciarse la final. La otra, es una pequeña imagen, sin link, de la página que daba inicio a la información de la actividad nacional (es que por entonces la cobertura mayor se la llevaba la campaña del Lole Reutemann) A poco de cumplirse el segundo giro, se rompe un palier en el Chevrolet número 5, debiendo abandonar la carrera Emilio Satriano, por lo que a Mouras le quedó la punta de la carrera con cierta tranquilidad, pues se comenzaba a escapar lentamente de Espinosa. No le duró mucho esa paz a Mouras pues Antonio Aventín seguía avanzando desde el fondo del lote y apuraba la marcha. Al cumplirse la tercera vuelta, había pasado cinco autos en el camino, ya era segundo por tiempos y se había juntado con Martínez Boero para tirar juntos. En ese momento, la diferencia entre ambos punteros era de poco menos de seis segundos. Sigue descontando a cada metro la ventaja el auto tricolor Nº 1. En la quinta vuelta el orden es Mouras, Aventín, Salgado, De Benedictis, Nani, M.Boero, Herraiz, Pacchialat, Villaverde y Suárez y se estabilizan las posiciones, con excepción del avance del campeón sobre la posición de Mouras, que maneja la carrera con su frialdad habitual, pero sin lograr evitar que le descuenten a razón de un segundo por vuelta. Al cerrarse la vuelta 10 y entrar en las últimas dos, se da el golpe de escena del día. Aventín pasa puntero por los controles, con medio segundo de ventaja a su favor. Pero en ese momento, cuando es necesario rematar la carrera, mientras Mouras que abre el camino, no tiene problemas en superar a los rezagados, estos, y en especial varios autos que han largado en las filas anteriores a la suya, complican a Tony Aventín. Así, primero debe levantar cuando se aprestaba a superar a Carlos Nani en el camino, pues este se ha abierto para superar también a otra máquina. Y luego, tras superar al Cholo Salgado, al llegar a la curva siguiente este último estira el frenaje, lo vuelve a pasar y lo obliga a tomar el viraje por el sector externo, más despacio, para evitar un toque. Así, a poco del final, Mouras vuelve a encontrarse otra vez con seis segundos de luz en la punta y gana la primera carrera del petit torneo. Detrás de Aventín que lo escolta, llega finalmente Jorge Martínez Boero, en un debut promisorio y poniendo nuevamente al Ford en las posiciones de punta. Diría el de Bolívar estar muy feliz por el regreso y no haber sentido la inactividad “como si hubiera sido ayer que dejé de correr”. Cuarto es De Benedictis que sigue cosechando simpatías por su estilo conductivo, quinto Carlos Nani, y completan los diez primeros Herraiz, Salgado, Pacchialat, Villaverde y Hermanos Suárez. En esta foto del Museo Mouras lo vemos transitando en la chicana del circuito. Luego de la carrera, y durante la revisión técnica, resultan objetados los autos de Roberto Mouras y Julio Salgado, por lo que la clasificación quedaría en suspenso hasta el martes siguiente, en que resultó confirmada al menos para el ganador. En esa reunión surgió un enfrentamiento dentro de la ACTC por una interpretación del reglamento técnico. Primó el criterio propuesto por Octavio Justo Suárez, presidente de la categoría, aunque, ya de madrugada, cuando salió de la sede de la categoría, encontró bajas las cuatro cubiertas de su auto particular. En la semana intermedia entre la primera y la segunda carrera de este torneo, la gente de Corsa viaja a Carlos Casares para entrevistar a Roberto. La nota se titula “El Ilustre Reaparecido” y entre otras cosas, señala el piloto que luego del buen resultado del torneo 80-81, la intención para el ’82 será pelear el campeonato.
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