Mouras Campeón

La historia olvidada de Roberto José Mouras con Dodge

El 20 de septiembre se llevó a cabo una interesante reunión en el autódromo porteño, que, con motivo de conmemorarse los 50 años de la Asociación Argentina de Automóviles Sport, reunió al Turismo Carretera, la Fórmula Renault y a varias glorias del momento y el pasado en una “carrera de los campeones” con Fiat 128 IAVA.

Durante toda la semana previa, se abrió el circuito porteño para que los automóviles del TC realizaran pruebas en el mismo de cara a la competencia posterior. Así, los hermanos Aventín giraron unas 50 vueltas cada uno con no menos de 30 en el orden del minuto y 58 segundos. También estuvo Satriano, que probó varios juegos de amortiguadores para llegar a registrar también tiempos similares.

Organizada entonces por la AAAV se disputó la competencia, con pruebas de clasificación el sábado, y el domingo dos series de 8 vueltas, y una final a 25 giros, totalizando un recorrido de 140,040 km.

El sábado, dominó con amplitud Antonio Aventín, que marcó un tiempo de 1’58”10/100. Superó por más de un segundo a Satriano y Mouras y por más de dos a su hermano Oscar y Martínez Boero. Éste último y Mouras no habían probado durante la semana, pero poco tardaron en encontrar ritmo y llegar a los tiempos de punta.

Ese primer día de actividad oficial el clima no fue bueno, y la gente no concurrió tal como se esperaba, lo cual era una voz de alerta para el día siguiente. Pero el domingo el público acompañó en buen número al TC. Quince mil personas concurrieron al autódromo porteño, lo que en aquella época y siendo la categoría eminentemente “rutera” era una cifra excelente.

En la primera serie, Antonio Aventín, Roberto Mouras y Jorge Martínez Boero, eran garantía de buen espectáculo en la lucha por la punta, y no defraudaron al público. En la largada, sorprendió a todos Ricardo De Arzave tomando la punta al pasar por la S del ciervo, pero Mouras capturaría el liderazgo poco después escapándose, y dejando en manos de sus rivales eso de dar espectáculo. Luego de las ocho vueltas, fue triunfo cómodo para Mouras, con ocho segundos de ventaja sobre el campeón y uno más sobre el Ford Nº 100. Luego llegaron De Benedictis, Pacchialat y Suárez, todos con Dodge.

En la largada de la serie, De Arzave toma la punta seguido por Mouras, De Benedictis, Nani, Tony Aventín. Martínez Boero, Pacchialat y Hermanos Suárez.

En la segunda serie, Oscar Aventín sufrió desde el inicio con una tapa de cilindros que perdía agua en uno de sus conductos, por lo que dio sólo un giro. Por ello se fue adelante Satriano desde el inicio, con Juan Alberto Occhionero a sus espaldas y el Colo Espinosa en el Ford blanquinegro número 11 detrás de los chivos. Y así llegaron encerrados los tres en poco más de dos segundos, aunque siendo más lentos que los tres punteros de la serie anterior. Cuarto fue Osvaldo Sasso y luego llegaron Herraiz y Saiz. En su debut, Oscar Castellano sólo dio dos vueltas.

Un dato de color. 8 de los 10 primeros de la primera serie, fueron autos Dodge. Ninguno entre esos puestos se ubicó en la segunda serie…

Como la final se ordenaba por tiempos de la serie, la primera fila de la misma fue ocupada por Mouras y Aventín. La segunda por Martínez Boero y Satriano, la tercera por Espinosa y Occhionero, y en la cuarta Sasso y De Benedictis. En la fila quince, última, solo, debía largar Oscar Aventín, pero lo hizo en la trece, pues cuatro autos no tomaron parte de la final, que sólo largaron 25 pilotos.

Picó en punta Mouras aprovechando una mala largada de Aventín, a quien también superaron Satriano y Martínez Boero. Luego se ordenaron De Benedictis, Espinosa y Occhionero. En ese orden pasaron por la primera vuelta seguidos por De Arzave, Sasso y Oscar Aventín que ya estaba décimo en la fila.

Luego de la largada de la final, Roberto Mouras encabeza la fila india al salir de Ascari (Foto Corsa)

En la segunda vuelta comenzó a fallar en el auto de Satriano, por la rotura de un engranaje del árbol de levas que comanda el distribuidor, lo cual le atrasó el punto del motor, y fue superado por Martínez Boero que se fue a buscar a Mouras que intentaba escaparse del resto.

Con el paso de las vueltas, los dos punteros lograron establecer una diferencia. Cumplida la vuelta seis abandonó Oscar Aventín tras una gran remontada cuando iba octavo. En la vuelta ocho, Tony Aventín superó a Satriano que abandonaba en la siguiente debido a su problema de distribución. Pero el de Morón venía con problemas de frenos que lo hacían perder tiempo frente a sus antecesores.

Mouras y Martínez Boero comenzaron a tener un duelo aparte. El Dodge iba mejor en la S del Ciervo, el curvón del fondo y la chicana, mientras que el Ford se recuperaba en el tránsito por la horquilla. Así, en la vuelta once, el de Bolívar estiró el frenaje en la recta que va a la horquilla y superó al Dodge, pero al circular por el sector externo debió ceder la posición al doblar en la misma.

Las imágenes corresponden al momento antedicho. Mouras viene por dentro y doblas adelante en la horquilla. La foto color des del Museo. La otra es de la enciclopedia de Peter Hamm

En la vuelta doce, Espinosa que venía quinto perdió una rueda al salir de la chicana debiendo abandonar la carrera. En la siguiente, Martínez Boero aprovechó la aparición de un tapón para Mouras al salir del curvón para pasar a la punta. Pero el de Carlos Casares se recuperó en breve y al salir de la S del Ciervo en la vuelta siguiente, en la recta que lleva al curvón, recuperó la vanguardia de la carrera.

Tres fotos que sirven para mostrar lo que fue la vuelta 13 de la carrera: El Gaucho toma la punta al llegar a la horquilla, Mouras lo empareja en la recta y ya en punta cierra el giro.

En la vuelta 15 abandonó Occhionero, por la rotura de un tornillo de biela, y desde allí en adelante no hubo novedades de importancia en los puestos de vanguardia, porque del segundo al tercero había cerca de veinte segundos de diferencia y otro tanto entre este y el cuarto.

Las veinticinco vueltas pasaron bastante rápido y luego de poco más de 50 minutos de carrera, pese a decir que el auto no había rendido en un 100% (ver luego) Roberto Mouras logró su tercer triunfo consecutivo en la categoría, y el segundo en sendas pruebas corridas durante el año en el autódromo porteño. Segundo a casi cuatro segundos llegó Martínez Boero, tercero Aventín y cuarto De Benedictis. Luego llegaron De Arzave con el Torino, el regular Osvaldo Sasso y Herraiz con el mejor Chevrolet, siendo los únicos siete que completaron el total de vueltas. Excelente fue el desempeño del debutante Jorge “Topo” Reynoso. El nechochense fue 10º en la primera serie y 13º en la final a dos vueltas del ganador.

Cortado en la punta de la carrera, pasa Roberto por la recta principal (Foto Museo Mouras)

Al finalizar la prueba dijo Roberto Mouras: “Estoy muy contento por este triunfo, pero sinceramente, privó más el motor que las suspensiones del auto. Si bien el Dodge es el auto que mejor dobla, nunca pude pisarlo bien en la S del Ciervo ni en el Curvón. Lamentablemente no pudimos trabajar todo lo necesario. Mi gran posibilidad de ganar fue el motor que tiró como nunca…”

Junto al Gaucho Martínez Boero en el festejo del podio porteño.

Luego de esta carrera el torneo era encabezado por Roberto Mouras con puntaje ideal, 46, seguido por Aventín y Martínez Boero que tenían 29,50 y De Benedictis con 23,50.

En el autódromo porteño se encontraban las autoridades de la organización de la carrera de Necochea (el Club Palermo), la cual era confirmada para el 18 de octubre. Finalmente la misma tendría lugar una semana después.