Mouras Campeón

La historia olvidada de Roberto José Mouras con Dodge

Carrera Nº1 : Necochea - Un comienzo dulce, y a la vez, errático.

El domingo 18 de marzo, se abrió el torneo, 41º en el historial de la categoría, en el circuito Benedicto Campos de la ciudad de Quequén, vecina a Necochea. Carrera organizada por El Club Atlético Palermo bajo la denominación de 13° Vuelta de Necochea.

El mismo tenía según la última medición realizada, por la gente de TC La Revista 6.550 metros, mientras que en El Gráfico se seguían declarando 6.400 metros de extensión. La diferencia seguramente surgiera de que, para esta edición se realizó una modificación al escenario respecto de las anteriores: La curva de la rotonda de las Rutas 88 y Circunvalación (la más cercana a la largada) se transitaría por su sector externo, es decir realizando la rotonda completa.

La prueba congregó a más de 25.000 personas. Como cada año, el arranque del torneo del TC despertaba entusiasmo en el público de la categoría. Y debe recalcarse el comportamiento del público en esta fecha, en un circuito donde había lugares muy colmados, contándose además con un número de policías que parecieron pocos. Se criticaba además al club organizador, la mala idea de vender credenciales para la zona de boxes. Esto derivaba en un conflicto de “poderes” con la ACTC que ponía en riesgo la largada de la final.

Los necochenses Occhionero y De Benedictis se dividían al público local. Pero allí donde termina el circuito hacia el este, termina también el partido de Necochea para dar lugar al de Lobería, de modo que también Castellano era local. Y parece que a juzgar por lo que algún directivo del Club Palermo le decía a “TC La Revista” el que más gente llevaba era el Pincho: “Si hoy gana Castellano, el público nos pasa por encima”. Además, venía a ver mucha gente desde la cercana Tres Arroyos al reaparecido “Yeti” Di Nezio.

Los medios periodísticos también le daban su marco a la carrera. En un circuito tan pequeño, se contaban 6 aviones transmisores. Orlando Ríos de El Gráfico tenía la buena idea de consultar en la previa, a los periodistas de los aviones, sin dudas, de los más versados en TC de ruta. Así, Oscar Giacone de “Campeones” decía que en las tiradas de 2000 metros (en las que se prueba aceleración) el Gaucho Martínez Boero pagaba “dos patacones” (lo que en la jerga turfera sería que “devolvía la apuesta” por ser “la fija”). Agregaba el “Mono” Gagliardi de Carburando, que en esos 2000 metros, se debían bajar los 39 segundos para tener un auto ganador (2). Que el de Bolívar los habría mejorado, mientras Mouras acusaba 3 décimas por encima de esa marca.

El día anterior a la carrera, Oscar Castellano se encontró con Octavio Suárez, quien no tomaría parte de la carrera al no haber terminado a tiempo los trabajos en su Dodge, para conversar acerca de la posible sanción que podría caberle a ambos en caso de haber un toque. Y realizó entonces un pedido, oficializado en este caso por carta a la ACTC, que repetiría en otras ocasiones durante la temporada, como ya veremos: “En caso de tener que largar con Roberto Mouras, declino mi lugar en la partida y paso una o dos filas atrás”. “Mouras es el campeón y es quien debe conservar su lugar”. .

Notas 1 y 2: Obsérvense las velocidades de un TC a inicios de 1984. Un dato que no deja de resultar interesante para tener en cuenta.
39 segundos para 2000 metros.
Sólo 15 más para los siguientes 1000 en los que ya vienen “lanzados”. (ver llamada 1)
Y sabemos que por encima de los 3000 los tiempos eran mejores aún, pero tal vez los registros habría que buscarlos en el circuito de Tandil.
Al paso por los 2000 metros, se va a 184,615 km/h. de promedio, con la partida detenida.
A los 3000 metros la velocidad promedio es de 203,773 km/h. Pero el último kilómetro se lo recorrió a 240 km/h redondos.

Y finalmente, a la mañana del domingo 18 de marzo se corrió la competencia que abría la temporada 1984.
Miguel Atauri que se presentaba con un Dodge totalmente nuevo (igual que Roberto Caparello) era mencionado como el poseedor del vehículo de mejor presentación del parque del TC.

Debo agradecer al realizar el relevamiento de las carreras de este año nuevamente a Reinaldo Maehokama y Jorge Duca de www.historiatc.com.ar. El primero me hizo llegar información valiosísima como el detalle completo de todo el año de TC La Revista y de Corsa en aquellas pruebas de las cuales me faltaba material. El segundo ha sido la fuente de mucha de la información recopilada en el sitio. Respecto del presente torneo, sólo había publicado en el foro de www.fandodge.com.ar, la información de esta primera prueba del año, que tomo a partir de ahora e iré mechando con la que he recopilado.

Debido a que se presentaron solo 48 autos se debió cambiar el programa inicial y se realizaron dos series a 8 vueltas, más un repechaje a 5, y una Final a 21 vueltas al circuito de 6.572 metros (esta última medición la aporta Jorge Duca, y contrasta con las de distancias “redondeadas” de los medios gráficos consultados, y citados anteriormente). La Final la largarían 28 autos, tomados de los mejores 24 de las series, más los 4 primeros del repechaje.

Este es el reverso de la Entrada a la Carrera, con el Plano del Circuito Benedicto Campos (Gentileza Jorge Duca)

En esta bellísima foto de los hermanos Bellido tenemos al campeón, con su tradicional buzo rojo impecable, luciendo el Nº1poco de comenzar la actividad en Necochea, sobre la Avenida de Circunvalación. La trompa es otra, pero de diseño similar a la que utilizara en la última del '83. que Por tratarse de un circuito chico pueden observarse dos pares de entradas de aire para refrigerar mejor los frenos. Las superiores, sobre la banda azul y blanca, y las inferiores a los extremos de la toma de los radiadores. Foto gentileza de Alejandro Daniel García que la subió a Historia TC. Me hace notar que su hermano se la compró a Bellido en la carrera de Tandil del 29 de Abril, y yo particularmente, lo agradezco.

Aparece el auspicio de Molikote en los costados, por sobre el de Daró y San Pablo que continúa. La empresa de Implementos Agrícolas Hilcor que tiene el centro de la trompa. Dos viejos conocidos del año anterior, como son la Gomería Las Heras, y el Concesionario de Tractores Zanello Torre y Cía, están sobre las bandas azules y blancas, entre la publicidad de Hilcor y la toma de aire, que todavía luce con los caños “pelados”. También se observan dos calcos en la parte superior de la trompa, de las Camperas Alpine Skate. El parabrisas será durante los dos años venideros para la empresa Ferino Hermanos. El escudo de Volkswagen será una constante durante todo el año, pues contará con el apoyo de la Comisión de Carreras de los Concesionarios VW, de la cual, digamos que era un verdadero representante, pues él también era concesionario de la marca.

Recordemos que para ordenar las series lo harían, tomando el ranking de los inscriptos (entre los que ya no estaban Traverso y Pellegrini entre otros) los impares de ese orden en la primera y los pares en la segunda. Así, el orden de largada de la primera serie fue el siguiente:
En la primera fila, el Dodge Nº 1 de Roberto José Mouras, y el Chevrolet Nº 3 de Emilio Satriano. En la segunda, los Dodge de Oscar Aventín (6) y Eduardo Martínez (10). En la tercera, los Ford de Jorge Oyhanart (12) y Eduardo Marcos (15) y en la cuarta los Chevrolet de Oscar Alaux (16) y Juan Occhionero (22).

De salida nomás, el "Vasco" Oyhanart se adueñó de la punta. Tirando con su compañero de fila Marcos, ganó las tres primeras vueltas, sin lograr tampoco despegarse ambos de Satriano que sí lo había hecho de Mouras desde el mismo arranque. A los tres nombrados los sigue el “Flaco” Martínez con el Dodge del Auto Moto Club Olavarría. Mouras pasa séptimo en la primera vuelta, detrás de Occhionero y Aventín.
Acelera Satriano a partir de la cuarta vuelta y toma la punta. Entre los de atrás, en esa cuarta vuelta sólo se destaca el avance de Mouras al sexto puesto desplazando al necochense.
En la vuelta 6 avanza Martínez al tercer lugar mostrando que tiene un muy buen auto, y Mouras al quinto puesto, mientras los dos primeros siguen peleando ajustadamente la serie.
Llega el final sin novedades en la punta, pero sí por detrás. Ganó Satriano por 4/10 sobre Oyhanart, y casi un segundo y medio sobre Marcos. Mouras heredó el cuarto puesto debido a que a Martínez se le cortó la varilla del acelerador, lo que le produjo un retraso tal, que no clasificó entre los que entrarían a la final (fue 15º), debiendo tomar parte del repechaje.
El Dodge de Mouras usó la multiplicación 3.90 quedando "corto" para la primera velocidad y "largo" para la segunda. En las curvas lentas "sufría" problemas de tenida, el auto se iba de trompa, y Roberto tuvo que dosificar la potencia del motor para aprovecharlo al máximo sin llegar a dañarlo. Otros años, en este mismo circuito, alcanzaba las 7400 rpm. pero esta vez no lograba superar las 7100.
Detrás de Mouras arribaron Angel Di Nezio (largó en última fila), Aventín, Alaux, Altuna, Landa y Franco.

De la segunda serie tomaron parte entre otros, los siguientes pilotos: El subcampeón Martínez Boero con Ford y Oscar Castellano con Dodge en primera fila. Luego los Chevrolet Nº 7 y 11 de Angel Banfi y Mariano Calamante. En la tercera lo hicieron De Benedictis con el Dodge 14 y Fernando Herraiz con el Chevrolet 17. Carlos Nani con el Chevrolet 19 y Héctor Pacchialat con el Dodge 25 en la cuarta y los Dodge 27 y 29 de Gustavo Brescia y Ricardo De Arzave en la quinta.

Desde la largada misma, Martínez Boero se calza las pilchas de candidato y le hace una buena diferencia a Castellano, quien aún sin poder seguirlo, viaja cómodo en el segundo puesto, posiciones que no dejarán hasta el final.
Al cerrarse la primera vuelta, Banfi, Calamante, De Arzave y Pacchialat siguen a los punteros.
En la vuelta tres avanza De Arzave al cuarto lugar desplazando a Calamante. En la sexta hace lo propio con Banfi. Calamante abandona en esta vuelta. Pacchialat es siempre sexto hasta el final de la serie. Sobre el final captura el quinto puesto Juan De Benedictis.
Triunfo aplastante del "Gaucho" Martínez Boero. Al "Pincho" Castellano solo le alcanzó para mantenerse segundo toda la serie y conseguir largar junto al anterior en la primera fila de la Final. Gran trabajo de De Arzave en su sexta carrera con el Dodge. Y meritorio lo de Pacchialat con el motor preparado por Francisco Politano.

Concluidas las series se verificó que los 24 mejores tiempos para pasar a la Final correspondían a los 11 primeros de la primera serie y los 13 primeros de la segunda serie.

Faltaban los 4 primeros del repechaje que se correría a 5 giros, para completar los 28 autos habilitados. 5 de los 24 habilitados para tomar parte del repechaje desistían de participar.

El “Flaco” Martínez era fija. Los demás, eran incógnita. Se esperaba que Atauri y Doumic hicieran buenos papeles.
En la primera vuelta pasó en punta el de Olavarría, seguido de Atauri y “Tingo” Fernández. Rubén Muñiz tomó la punta en la segunda desplazando a los anteriores. Estos cuatro irán intercambiando posiciones entre sí, pero se asegurarán los lugares para la final. El "Tolo" Doumic que se retrasó al principio, comenzó a recuperar posiciones, pero no le alcanzó para entrar en la Final, quedando en el quinto lugar.
Las posiciones finales fueron: 1º Martínez, 2º Muñiz, 3º Fernández y 4º Atauri.

Pasado el mediodía llegó la hora de disputarse la final de la primera fecha del año. Sin lugar a dudas, el gran candidato era Martínez Boero, que ganó la serie más rápida con récord de vuelta incluido.
El piloto del Quilmes Automóvil Club estaba corriendo con el mismo motor del Gran Premio de 1983 pero contando con un cigüeñal nuevo y la tapa de cilindros modificada, que le brindaban gran aceleración y frenaje, características ideales para los circuitos "cortos", que le permitían pelear de mejor forma contra la velocidad final de los Dodge.

Mouras cambió los neumáticos de su auto. Puso los de medida 205/14 en lugar de los 215/14 de mayor pisada utilizados en la serie, para estar más acorde con la multiplicación de su auto. De todas formas, Roberto sabía que no tenía posibilidades de ganar la carrera, en condiciones normales. Su mejor tiempo en la serie había estado ligeramente por debajo de los 2’31”. Satriano había ganado con un récord casi un segundo y medio menor, y Martínez Boero había clavado 2’28”38/100...

Arranca el coche-piloto, llevando detrás suyo la caravana de autos en la vuelta de reconocimiento al circuito, antes de largar la competencia.

El orden de largada de la Final es el siguiente:
Primera fila para Martínez Boero y Castellano; en la segunda, Satriano y Oyhanart; en la tercera, Marcos y Mouras, luego De Arzave y Banfi, De Benedictis y Pacchialat, Aventín y Ángel Di Nezio.

Se larga la carrera y el Gaucho de Bolívar la gana el pique al piloto de Lobería. Lo mismo hace Satriano sobre Oyhanart, y Marcos sobre Mouras. Al llegar a la Avenida Las Heras se toma el primer "top" del avión que señala, entre los pilotos de estas tres primeras filas, que Boero y Satriano empataban en la punta, seguidos por Castellano, Oyhanart y Marcos.
Al paso por la primera vuelta no hay sorpresas y manda el "Gaucho" sobre Castellano que desplazó a Satriano y luego pasa Oyhanart. Cuando todos los autos cierran la vuelta, se verifica que Gustavo Degliantoni que había largado desde la fila 12 es el tercero de la carrera. Mouras es séptimo en el primer control, pero TC La Revista lo ubica décimo, por detrás de Martínez, Di Nezio y Vassolo...
Durante la segunda vuelta Satriano y Oyhanart superan a Degliantoni (TC lo ubica quinto desde la primera vuelta) y Mouras avanza al sexto lugar. En la tercera es Mouras quien supera al del Ford 26 y pasa a ser quinto, mientras Satriano desplaza a Castellano del lugar de escolta. No hay cambios en los 6 primeros puestos en la vuelta 4 en la cual Martínez Boero acelera y mete el récord en 2’28”06/100 a 159,194 km/h.

En el quinto giro, Oyhanart desplaza a Castellano al cuarto lugar. En esta vuelta a Eduardo Marcos se le cortó la palanca de cambios y debió abandonar, cuando venía disputando una linda lucha con Mouras en el camino y los tiempos. Hasta el octavo giro no habrá cambios en los primeros 10 lugares que se ordenan de la siguiente forma: Martínez Boero, Satriano, Oyhanart, Castellano, Mouras, Degliantoni, Di Nezio, Martínez, Aventín, y Banfi.

Desde la vuelta 9 Degliantoni no puede mantener el ritmo de la punta y comienza a retrasarse. En este giro se produce el primer golpe de escena de la carrera, cuando el motor de Oyhanart queda en cinco cilindros, llevándolo a despistarse al encarar la rotonda. En este giro Martínez que viene embalado desde el fondo, supera en los relojes a Di Nezio. En una vuelta pasa de octavo a quinto en la carrera.
La mitad de la carrera no da respiro. En la vuelta diez, mientras intenta seguir el ritmo del puntero, el que abandona es Satriano por la rotura de un pistón. Hasta la vuelta 11 el orden es Martínez Boero, Castellano, Mouras, Martínez, Di Nezio y Aventín. El "Gaucho" gana fácil, pues su auto acelera y frena mejor que en la serie incluso. Castellano ni intenta seguir al puntero. El segundo puesto le sienta bien y se resigna a ese lugar.

En la vuelta 12 el motor del Ford puntero empezó a ratear debido a un botador engranado. Enseguida el piloto corta todo para no romperlo y estaciona el auto a un costado de la ruta 88...

Castellano hereda el primer puesto y viaja tranquilo en la punta. Su gente enloquece al costado de la ruta. Durante las cuatro vueltas siguientes no hay cambios en la punta, notándose únicamente un avance importante de De Arzave en el clasificador que va pasando del séptimo al cuarto lugar, desplazando a Banfi y Pacchialat en los tiempos.

Pero en la vuelta 16 abandona el Pincho, al quebrarse el eje del distribuidor, dejando sin encendido al motor de su auto. De esta manera, las desazones de Satriano, Martínez Boero y Castellano le dejan libre el camino a Mouras, abriéndole las puertas de un triunfo inesperado a quien en la primera vuelta pasara en el séptimo lugar, para estrenar su corona en lo más alto del podio.

Al heredar la punta, también el campeón viaja cómodo y solo se dedica a cuidar el motor, ya que Eduardo Martínez que va segundo, debe luchar denodadamente para superar algunos de los autos que lo anteceden en el camino (recordar que largó en la fila 13). Es que Mouras no quiere repetir el error del año anterior, cuando se despistó en momentos en que viajaba en punta en la carrera. Además lleva más de 20 segundos de ventaja, diferencia más que tranquilizadora. En tanto el tercero, el “Yeti” Di Nezio, comienza a penar con la caja de velocidad. Saltan la segunda y tercera marchas, vitales en este circuito, impidiéndole pelear el lugar de escolta.

Termina la carrera y gana Roberto Mouras, estrenando de ese modo el título de Campeón, de la mejor manera posible. Su tiempo fue de 52’41”87/100 a un promedio de 157,135 km/h. Gran actuación también de Martínez que superó a 18 autos en la ruta, con el auto atendido por Torcuato Emiliozzi y Raúl Durán. Llegó a mas de 25” del puntero. Excelente también lo del "Yeti" Di Nezio luego de casi 10 años de inactividad.
Los pilotos que compartieron la cuarta fila, dirimían en pista el cuarto puesto, que fue para Angel Banfi tras superar a De Arzave, dos vueltas antes del final. Sexto llegó Pacchialat, y luego Lynn, Herraiz, y Vassolo. Sólo 9 autos completaron las 21 vueltas para totalizar cerca de 138 kilómetros de una por demás extenuante carrera.

Foto de El Gráfico: Mouras encarando la rotonda que lleva de la Ruta 88 a la Avenida de Circunvalación rumbo a un triunfo a priori, impensado. El lugar es el mismo donde se accidentara el año anterior y paradójicamente, donde habría de terminar la presente.

Palabras de Roberto Mouras extraídas de "Corsa" :
"Luego de la serie resolvimos acortarlo de multiplicación para ver si mejoraba... Este circuito sigue siendo corto para los Dodge; perdemos mucho... Llegando todos estaríamos terceros o cuartos. La contra principal es que nuestro motor no sale bien de "abajo"; la velocidad final es muy buena... Trataremos de hacer otro motor, especial para circuitos cortos, para no volver a dar ventajas como hoy... En la rotonda tenía que doblar en segunda cuando los Ford y Chevrolet lo hacían en primera, y salía a 5000 rpm., mientras que la potencia se alcanza a las 6000/6200 rpm., perdiendo valioso tiempo".

"Es un circuito para Ford" dijeron los entendidos. Pero ganó un Dodge. El Gráfico titulaba “Mouras no tenía que ganar. Pero ganó”. Es que de esa manera, ganando las carreras imposibles, o con la suerte del campeón, también se cimientan títulos.

Ya haciendo mención a lo relativo al desarrollo del campeonato, Orlando Ríos profetizaba desde su columna en El Gráfico que “el empleo de chicanas y rectas cortas emparejará las chances de todas las marcas, y algunos preparadores de Dodge deberán trabajar para conseguir mayor aceleración”. Pero hacía notar que el principal problema para la temporada no era mecánico, sino económico, debido a la inflación imperante en aquellos primeros meses de la democracia.

Es que un motor costaba 15.000 dólares. El doble, un auto de punta. 2.000 el juego de bielas y 300 cada neumático. Algún candidato le susurraba al cronista que “este certamen por ahí no se gana con manejando rápido el auto sino corriendo velozmente al banco, porque una buena chequera, de mitad de temporada en adelante, equivaldría a una muñeca de campeón”. Mejor ni comparar los números con los que se manejan en los tiempos actuales, 25 años después...