Mouras Campeón

La historia olvidada de Roberto José Mouras con Dodge

Carrera Nº 3: Vuelta de Lobería en Tandil

Luego de la carrera para no ganadores y debutantes, la tercera fecha del campeonato de TC se disputa en el semipermanente de la ciudad de Tandil, de 32,250 km de extensión, la Segunda Vuelta de Lobería, organizada por el Club Atlético Independiente de Lobería, el domingo 29 de abril. Se corren dos series a tres vueltas y una final a 8, para totalizar 258 kilómetros de recorrido.

Se esperaba con ansias esta carrera. Tandil no es para cualquiera. Es el circuito donde se aprecia quién tiene reales condiciones conductivas, qué autos son los que mejor doblan y aceleran, cuáles son los más veloces…
Y vendría bien también para saber si la supremacía demostrada por el Ford de Martínez Boero y el Chevrolet de Satriano en las dos primeras pruebas era tal o si los Dodge podrían de ahora en adelante demostrar sus condiciones de candidatos frente a las marcas anteriores.

Mouras llegaba con intenciones de defender la punta del torneo en condiciones parejas con sus principales rivales, quienes siempre estuvieron por delante de él en los tiempos en las competencias anteriores. Para evitar los problemas de 25 de Mayo se probaron diversas soluciones de diferencial en el auto de Gustavo Brescia, y además se realizaron diversas pruebas sobre la carrocería del Dodge campeón del TC.

Castellano esta vez no había podido dedicarle a su auto todo el tiempo deseado, debido a sus tareas en el campo familiar. Martínez Boero lucía confiado, lo cual preocupaba a sus rivales, pues pese a no ser un circuito de los más adecuados para el Ford, su auto siempre anduvo bien en el mismo. Y Satriano luego de arduas noches de trabajo en las que lograron sacarle 300 vueltas más al motor, y sabiendo que el auto estaba, sólo pensaba en llegar.

En la primera serie, a partir de las 9.30 horas, Mouras y Satriano comenzarían a develar las incógnitas desde la primera fila, con Oscar Aventín y Eduardo Martínez, Calamante y Marcos, De Benedictis y Brescia en cuarta fila, con 10 segundos de diferencia entre cada fila.
Desde el arranque hasta la bandera a cuadros, durante la media hora que demandaron las tres vueltas, tres protagonistas de importancia tuvo el parcial. Mouras y Satriano con el primero decidido a marcar el rumbo en el camino y los relojes, y Eduardo Martínez, quien sería descalificado al final de la carrera final.
En el curso de la segunda vuelta se produjo un vuelco muy fuerte, por suerte sin consecuencias para piloto y acompañante, del Chevrolet de Juan Occhionero.
Mouras pasa adelante en el control por la segunda vuelta para ya no dejarla, a pesar del récord de Satriano en la última pasada, quien logra el segundo lugar a menos de dos segundos. Luego llegan Aventín, Brescia, Marcos y Vassolo, todos con cierta distancia entre sí.

No es buena la imagen, pues está tomada de una TC La Revista hecha enciclopedia, pero sirve al menos para ver los nuevos auspiciantes del costado del auto, que no pudieron ser identificados en las fotos anteriores: Vemos aquí a la empresa Construcciones Metalúrgicas, que ocupa la cola del Dodge, cigarrillos Cuatro Leguas, escrito medio nombre sobre la parte celeste y el otro medio sobre la parte azul oscura de la parte posterior del habitáculo, y Seguros El Centinela, sobre el parante posterior del auto. En tanto Válvulas Competición 5 continúa auspiciando al campeón. Las bujías utilizadas eran PVI, y las juntas eran Filgar. Calcos de estas empresas podían verse en los costados, cerca del número, como en este caso, o en la trompa. Las llantas seguían siendo provistas por Horacio Bojanich de Morón (calcon en la parte inferior de la cola del auto), y los escapes eran Cañossilen (debajo del número). Embragues Wobron y otros proveedores menores están en los vidrios laterales del auto.

En la segunda serie que se largaría a las 10.15 horas, Martínez Boero y Castellano serían los encargados de repetir el duelo de una de las ediciones del año anterior en la primera fila, Luego lo harían Banfi y Octavio Suárez (sin su hermano Pedro a su derecha), y el Vasco Oyhanart junto a Herraiz en la tercera.
En los primeros metros tomó la punta Martínez Boero, pero no por mucho. Pronto Castellano superará la línea del Ford rojo, quien no ofrecerá resistencia y lo dejará ir. Fue tan abrumador lo del Pincho que fue marcando diferencias con todos los competidores, para ganar, con récord en la segunda, aunque más de 5 segundos por encima del de Satriano, por más de 20 segundos la serie sobre Suárez. Esta diferencia era algo así como 1100 metros al final del parcial. No necesitó ir más rápido Castellano, y su serie resultó 10 segundos más lenta que la primera, de modo que los punteros de la anterior abrirían el camino, y evitaría además largar junto a Mouras. Luego de Suárez arribaron Banfi, Martínez Boero, Doumic y Oyhanart, apretados en 10 segundos con respecto al escolta.

Los candidatos para la final esta vez eran tres, quedando por ver cuánto más podrían tener Oscar Aventín, Octavio Suárez y como gran incógnita de la jornada, Jorge Martínez Boero. Su auto sonaba mal en la serie, y nadie sabía si realmente fallaba o su piloto escondía algo.

Tomaron parte de la final los mejores 46 registros de las series, carrera que tendría a Mouras y Satriano en la primera fila, Aventín y Castellano en la segunda, Brescia y Marcos en tercera, Suárez y Banfi en la cuarta, y Martínez Boero y Doumic en la quinta.

Se larga la final y Mouras le gana el pique a Satriano. Lo mismo hace Castellano con Aventín y comienzan a llegar los primeros tops de los aviones que sorprenden, con la partida fulminante del Gaucho de Bolívar, que en esa primera vuelta, es seis segundos más rápido que en su serie.
Al cumplirse la primera vuelta gana el del Ford, con dos segundos de ventaja sobre Castellano, es tercero Aventín, cuarto Mouras a 7”, luego vienen Oyhanart, Satriano, Suárez, Marcos, Banfi y Brescia.

En el curso de la segunda vuelta Aventín pierde el tren de Castellano que pasa a sólo siete décimas de la punta, y cae en el clasificador, al tiempo que Satriano supera a Mouras en el camino. Satriano pasa al tercer lugar, y Mouras mantiene el cuarto.
Abandonan Marcos y Brescia. Eduardo Martínez era el quinto por entonces, pero no lo consideraremos en el vuelta a vuelta dada su descalificación, quedando ese puesto para Aventín. Las posiciones de punta se mantienen durante la tercera vuelta, aunque los punteros casi igualan sus registros.

En la cuarta vuelta, Castellano que ya ha superado en el camino a Mouras alcanza a Satriano y comienzan a tirar juntos, sobrepasándose en algunas oportunidades. Favorecido por esto, el de Lobería logra arrebatarle la punta de la carrera a Martínez Boero para ya no dejarla hasta el final de la prueba. Sabe que manteniendo a la vista al Chevrolet, el de Lobería no tendrá problemas. A partir de este momento comenzará a girar cada vez más rápido mientras el Ford comienza a perder algo de ritmo, y ver como se le acerca Satriano. Aventín supera a Martínez en tiempos.

En la quinta vuelta no hay cambios de importancia, quedando 27 autos en carrera. Castellano hace el récord en 9’53”52/100, y estira sus diferencias con el resto, buscando asegurarse la carrera.

En esta toma lo vemos al campeón encarando un viraje dejando un camino secundario, para tomar una ruta (se agradecerá a los conocedores del circuito serrano, la identificación del lugar).

En la sexta, abandonan Suárez y De Benedictis. Oscar Aventín supera la línea de Mouras en el camino y los relojes. El campeón es superado también por Aurelio Martínez. En ese momento caía al sexto lugar en los relojes.

Faltando una vuelta, la carrera se ordena del siguiente modo: Castellano, Martínez Boero, Satriano, (Martínez), Aventín, Mouras, Oyhanart, Banfi, Mario Di Nezio, Néstor Fernández y Orlando Marques.

Se desarrolla la última vuelta sin cambios. Doblan los punteros en Scarminacci y viajan hacia la zona del Centinela, con medio circuito por recorrer, y Satriano comienza a perder metros por culpa del neumático delantero derecho que pierde presión rápidamente. Otra vez siente que perderá valiosísimos puntos para el campeonato. Toma la zona sinuosa del circuito con ciertos cuidados y comienza a perder puestos en el clasificador. A 3000 metros de la llegada, ha caído al cuarto puesto. Es la vuelta más larga de su vida. Transita las eses del circuito y el auto es ingobernable, yéndose a la banquina y haciendo esforzarse sobremanera al piloto. También Aventín lo ha superado en los relojes, y es quinto. No mucho después también lo hace Mouras. La gente lo alienta al costado del camino. Sabe que Oyhanart viene lejos, y sin embargo, al llegar con el neumático, la trompa y la suspensión destrozados, sólo conserva el puesto con él, por pocos segundos…

Castellano obtuvo un triunfo inobjetable, bajando todos los récords y haciendo delirar a su público pues otra vez ha sido local, alcanzando además la punta del campeonato sobre Mouras, su archirrival en el pensamiento de ese público. Tras algo menos de una hora y veinte minutos de competencia, supera por más de 15 segundos a Martínez Boero que llega segundo. Resultado excelente que le permite además capturar el segundo lugar del torneo. Gran trabajo de Oscar Aventín con un auto que demuestra estar volviendo a los niveles de años anteriores, aunque a un minuto del puntero. Logra el tercer lugar merced a la desclasificación de Aurelio Martínez ya comentada.

Mouras es cuarto sin poder estar más adelante como en su serie, debido a una falla que aparecía en algunos sectores del circuito, haciéndole perder más de un segundo cada vez. A pesar de ello, el rendimiento de su auto era mejor que en las dos primeras carreras del año y le permite ilusionarse al equipo.
En esta carrera se despide de su función de acompañante de Roberto, José Luis Riga, quien decide continuar aompañando al equipo en las tareas del taller, como lo hará en la próxima, pero sin tomar parte de las mismas desde la butaca derecha del Dodge azul.

Luego arriban Satriano, a quien el neumático le hizo perder un minuto y medio, Oyhanart, Mario Di Nezio con Dodge, Herraiz y Orlando Marques completando los 10 primeros. 17 autos completaron la carrera con el total de vueltas.

Ahora Castellano es el líder del torneo con 49,5 puntos, Martínez Boero segundo con 47,5 y Mouras tercero con 46.

Por esta época, pues lo publica Corsa en el mismo número que cubre la carrera, cuando las autoridades de la categoría ya habían descartado la realización de la prueba de Santiago del Estero, llegó la comunicación de que, merced a la colaboración de las autoridades provinciales, se habían realizado las indispensables obras de repavimentación del circuito de La Banda, lo cual motivo su reinclusión en el calendario.
El Tero Pontoriero sigue adelante con su intención de subir al Ford de Salgado atendido por Pardal, y por tal motivo pasó a gestionar su licencia por la ACTC, en tanto trascendía que un Dodge de primera línea le era ofrecido al piloto de la F2 Sudam, Norberto Picetti.